La jaula de oro del artista... pensamientos al azar
Los artistas estamos sumamente ocupados dándole de comer a nuestros egos como para dedicarle tiempo a ir a ver el trabajo de nuestros colegas -excepto bajo compromiso de fuerza mayor. Lo que sucede generalmente cuando dejamos nuestras jaulas de oro (léase espacios de confort) y asistimos a presenciar obras ajenas, es que acabamos criticándolas acérrimamente, pues "si el otro es bueno, yo no lo soy tanto". ¿Dónde quedaron aquellos jovenzuelos que éramos y que íbamos al teatro con tanto entusiasmo y con tanta avidez por aprender de los ya 'consagrados'? El tiempo pasó, nos 'consagramos' a lo que era nuestra pasión y acabamos encerrándonos en nuestras propias jaulas de paredes doradas pulidas como espejos que nos devuelven la imagen de lo que queremos ver.
